lunes, 21 de marzo de 2011

La Monta Natural

 La monta natural es una monta basada en las reacciones  naturales del caballo. Por lo tanto, es una comunicación entre jinete  y caballo, entendida según la naturaleza equina. La monta es una búsqueda de armonía entre jinete y caballo. Una coordinación fluida y libre de tensión que el caballo quiere tanto, o incluso más que nosotros.  Este tipo de monta es notable por la confianza, sensibilidad y entendimiento del jinete o amazona.
 Por el contrario, la monta que se realiza tradicionalmente, no tiene en cuenta las reacciones naturales del caballo, sino que se suele practicar  dándole órdenes que tiene que obedecer. La monta natural se realiza sin montura: bien a pelo o con una manta en el dorso del caballo. De esta forma, se establece un contacto directo entre el cuerpo humano y el del animal. Las cabezadas que utilizamos para el caballo son sin hierros en la boca, puesto que queremos la máxima comodidad para él y para nosotros. Están demostrados científicamente los efectos negativos de los hierros en la boca del caballo. Sobre todo si el alumno es poco experimentado, pues cualquier desequilibrio o tirón en las riendas tiene repercusiones en la boca.
La práctica de la monta natural la puede realizar desde gente que no ha montado nunca, hasta jinetes experimentados. Estos últimos podrán descubrir  (si es el caso) los pequeños defectos que impiden que el alumno descubra progreso y placer.
El caballo es un animal muy distinto a nosotros. Su larga historia de ser un animal comido por depredadores (incluso, a veces, por nosotros) le ha dado una voluntad de vivir en seguridad y armonía con los demás en su manada, actuando para que todo le salga bien y cómodo, evitando problemas y coordinando sus movimientos con los suyos. Es tan generoso que nos acepta a nosotros, sus cazadores previos, si nos comportamos de manera adecuada, por supuesto, no como depredadores, sino dándole confianza, orientación y mostrando nuestro placer en hacer cosas juntos.
Hemos destacado que el aprendizaje para este tipo de monta es un aprendizaje guiado. Y no hay que olvidar que el verdadero guía es el caballo. Si no hay tensión ni fuerza en cómo le pides algo, y sale como quieres, estás comunicando bien; si no, hay que notar lo que ha hecho el caballo y de qué manera, y comunicar de otra forma. Hay que experimentar con la consciencia de que el caballo es, al menos, tan sensible como tú, y una presión o movimiento que resultara desagradable para ti, será igual para él.
Cuando el jinete hace las cosas de manera forzada, bloquea el movimiento del caballo. En estas sesiones insistimos mucho en el equilibrio del jinete, porque cuando lo perdemos y botamos encima del caballo, también bloqueamos su movimiento. La mala monta puede provocar cualquier problema al caballo. El mal asiento del jinete impide que el caballo ande bien y, finalmente, le produce dolor. Las manos insensibles del jinete provocan miedo al caballo, nerviosismo, desembocarse,  ponerse de manos, correr atrás, etc… Y las reacciones confusas confunden al caballo que, según cómo éste sea, se pondrá nervioso, insensible , enfadado o rebelde. El lenguaje corporal entre caballos es bien claro. Por eso el caballo quiere claridad en nuestras acciones.
Como se ha visto, la monta natural tiene muchísimas ventajas. En ella podemos descubrir sensaciones muy intensas gracias a los caballos, esos seres libres y hermosos llenos de paz.

Raquel Villares Romero – Domadora de caballos y profesora de Monta Natural.